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Hoy hablamos de un tema controvertido y a menudo discutido: la castración de perros. Para muchos propietarios de perros, la decisión de si esterilizarlos o no y cuándo hacerlo es una de las cuestiones más importantes en el día a día con su compañero animal. Pero ¿sabía que la castración precoz puede tener consecuencias sanitarias, conductuales e incluso legales?
En este artículo analizaremos por qué la esterilización no siempre es la mejor solución y por qué la esterilización precoz, en particular, debe ser objeto de un examen crítico. Nuestro objetivo es proporcionarle información sólida para que pueda tomar una decisión que realmente beneficie a su perro.

Razón nº 1: Base jurídica para esterilizar a los perros

Antes de hablar de los aspectos sanitarios y de comportamiento, echemos un vistazo a los requisitos legales para la esterilización de perros en Alemania, Austria y Suiza. Muchos propietarios de perros no saben que la esterilización no es un procedimiento rutinario, sino que está estrictamente regulado por las leyes de bienestar animal.


Alemania: Ley de bienestar animal (§ 6, apartado 1)

La Ley de Bienestar Animal alemana estipula que la extracción de órganos o tejidos de vertebrados está prohibida en general. Sólo se aplican excepciones en dos casos:

  1. Necesidad médica: Por ejemplo, en caso de inflamación o tumores uterinos.
  2. Prevención de la reproducción incontrolada: Se trata principalmente de perros vagabundos cuya reproducción no puede ser controlada por el propietario.

En el caso de los perros que viven en el hogar y cuyo apareamiento puede evitarse mediante supervisión, el segundo punto no suele ser suficiente. En este caso, la ley exige que los propietarios asuman su responsabilidad tomando medidas como llevar a los perros con correa o supervisarlos antes de plantearse la esterilización.

Perro tumbado en una cama para perros delante de un escritorio

Suiza: Ley de bienestar animal (TSchG)

También en Suiza, la castración sólo puede llevarse a cabo si:

  • es terapéutica o diagnósticamente necesaria, o
  • La prevención de la reproducción incontrolada.

La ley suiza hace especial hincapié en que cualquier medida debe tener en cuenta el bienestar del perro. La castración sin una razón médica se ve con ojos críticos, ya que interfiere en la función natural del organismo.

Austria: Ley de bienestar animal (TSchG)

En Austria, la normativa es igualmente estricta. La castración está permitida si:

  • es necesario por razones médicas, o
  • sirve para evitar la reproducción no deseada.

La ley también hace hincapié en la responsabilidad de los propietarios de perros de considerar medidas alternativas, como la supervisión de los perros, antes de realizar una intervención quirúrgica.

Las leyes de estos países dejan claro que la esterilización no es un procedimiento rutinario y nunca debe realizarse a la ligera. Especialmente para los perros que viven bajo vigilancia, existen alternativas como el uso de un chip hormonal o una supervisión cuidadosa.

Si respeta estos requisitos legales, contribuirá a salvaguardar el bienestar de su perro y evitará intervenciones innecesarias.

ℹ︎ Información

Las leyes de bienestar animal de Alemania, Suiza y Austria dejan claro que la esterilización no es un procedimiento rutinario y que nunca debe considerarse una simple solución a los problemas anticonceptivos. Antes de plantearse la esterilización, hay alternativas que deben tenerse en cuenta, como la supervisión o medidas temporales como el uso de un chip hormonal.


Un malentendido común

Muchas personas que se dedican a los perros creen que el pasaje de la ley para evitar la reproducción incontrolada significa que la esterilización está generalmente permitida para evitar crías no deseadas. Pero no es así.
Este punto de la Ley de Bienestar Animal se refiere principalmente a los casos en que existe un riesgo real de que los perros tengan crías incontroladas, por ejemplo en el caso de:

  • Animales sueltos o vagabundos ,
  • Perros vagabundos en zonas rurales o urbanas,
    donde no se pueda vigilar el contacto con congéneres.

Responsabilidad en lugar de intervención

Si su perro vive en un entorno controlado, es responsabilidad suya evitar los apareamientos no deseados. Puede conseguirlo:

  • Supervisión durante los paseos, especialmente para las perras en celo.
  • Asegúrese de que su perro no se escapa involuntariamente.
  • Supervisión en situaciones en las que puedan encontrarse machos no esterilizados y hembras en celo.

Por lo tanto, la esterilización no debe considerarse una medida preventiva conveniente, sino que siempre debe considerarse cuidadosamente y sólo debe llevarse a cabo por razones válidas. La responsabilidad de la reproducción controlada recae en usted como propietario del perro. 

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Razón nº 2: Aspectos sanitarios de la castración en perros

La salud de su perro debe ser siempre lo primero, sobre todo cuando se trata de una decisión como la esterilización. Una esterilización prematura puede afectar negativamente al desarrollo físico del perro y provocar problemas de salud a largo plazo.

Crecimiento óseo y salud articular

Los huesos de su perro crecen mientras las llamadas articulaciones epifisarias (placas de crecimiento) estén abiertas. Éstas sólo se cierran cuando el perro ha crecido del todo, un proceso controlado en gran medida por las hormonas sexuales estrógeno y testosterona.

  • Castración precoz y fase de crecimiento prolongada: Si los cartílagos de crecimiento permanecen abiertos durante más tiempo debido a una cirugía precoz, los huesos suelen crecer desproporcionadamente largos.
  • Tensión en las articulaciones: Este exceso de longitud provoca una mayor tensión en las articulaciones, lo que aumenta el riesgo de problemas ortopédicos como displasia de cadera, displasia de codo o roturas del ligamento cruzado.

Musculación y estabilidad

Hormonas como la testosterona no sólo son importantes para la reproducción, sino también para el desarrollo muscular. Estos músculos estabilizan las articulaciones y alivian el esqueleto del perro.

  • Menos masa muscular: Los perros castrados precozmente suelen desarrollar músculos más débiles debido a la falta de apoyo hormonal.
  • Articulaciones inestables: sin una musculatura suficiente, las articulaciones carecen de estabilización, lo que puede aumentar la susceptibilidad al dolor y restringir los movimientos.
American Staffordshire Terrier de pie delante de una mujer arrodillada

Sistema inmunitario y consecuencias a largo plazo

Las hormonas sexuales también tienen un efecto regulador sobre el sistema inmunitario de su perro. Los estudios demuestran que los perros castrados precozmente tienen un mayor riesgo de padecer enfermedades autoinmunes y problemas cutáneos debido a la falta de protección hormonal.


Desequilibrio entre huesos y músculos

Los perros castrados demasiado pronto suelen presentar una desproporción entre la longitud de sus huesos y la fuerza de sus músculos.

  • Efectos: Este desequilibrio modifica la marcha natural, sobrecarga el sistema musculoesquelético y puede mermar la calidad de vida del perro debido al dolor o a la movilidad restringida.


ℹ Las hormonas como mecanismo natural de protección

Las hormonas sexuales de su perro no sólo son importantes para la reproducción, sino que también controlan procesos físicos esenciales. La castración precoz interfiere con estos mecanismos naturales y puede afectar tanto a la salud como al bienestar de su perro a largo plazo.

Razón nº 3: Aspectos conductuales de la castración en perros

Además de los efectos físicos, los cambios de comportamiento también desempeñan un papel importante en la decisión de esterilizar. Hormonas como la testosterona y los estrógenos no solo influyen en el desarrollo físico del perro, sino también en su comportamiento y maduración emocional.


Autoconfianza y regulación del estrés

Las hormonas sexuales tienen un efecto regulador sobre el sistema nervioso de su perro y fomentan su confianza en sí mismo.

  • Castración precoz y ansiedad: los estudios demuestran que los perros castrados precozmente son más propensos a comportamientos ansiosos, ya que carecen del apoyo hormonal necesario para hacer frente al estrés.
  • Aumento de la reactividad: Sin el efecto equilibrador de las hormonas, muchos perros reaccionan más rápidamente ante situaciones estresantes y muestran un comportamiento inseguro o exagerado.


Socialización y pubertad

La pubertad es una fase crucial en la vida de su perro, en la que aprende a interactuar con otros perros y a resolver conflictos. Este proceso de aprendizaje se ve influido significativamente por los cambios hormonales que se producen durante la pubertad.

  • Desarrollo social deficiente: los perros castrados precozmente pueden desarrollar problemas de comunicación con otros perros, especialmente con animales intactos.
  • Incapacidad para aprender a resolver conflictos: Los cambios hormonales durante la pubertad ayudan a su perro a resolver conflictos de una forma socialmente aceptable. Si falta esta fase, pueden aparecer inseguridades o comportamientos inadecuados.


Calor e interacción social

En las perras, el calor desempeña un papel importante en la comunicación y el aprendizaje de señales sociales.

  • Fase de desarrollo natural: Durante el celo, las perras envían y reciben señales controladas hormonalmente que les ayudan a comprender su posición en la estructura social.
  • Pérdida de oportunidades de aprendizaje: La castración precoz impide estos procesos naturales y puede provocar déficits en el comportamiento social a largo plazo.

Las hormonas sexuales de su perro son una parte esencial de su maduración emocional y de su capacidad para interactuar con otros perros y con su entorno. La castración precoz puede alterar estos procesos naturales de desarrollo y provocar inseguridad, problemas de comportamiento o alteraciones de la comunicación.

Razón nº 4: Problemas de comportamiento debidos a la castración precoz

La castración precoz suele promocionarse como solución para comportamientos no deseados. Sin embargo, en la práctica, a menudo resulta que el procedimiento no mejora el comportamiento de su perro, sino que incluso puede empeorarlo. Las hormonas sexuales, como la testosterona y los estrógenos, desempeñan un papel crucial en el desarrollo de la estabilidad emocional, las habilidades sociales y la gestión del estrés. Su eliminación prematura tiene profundos efectos en el sistema nervioso, la capacidad de aprendizaje y el comportamiento social del perro.


La influencia de las hormonas sexuales en el comportamiento

Las hormonas sexuales no sólo controlan la reproducción, sino que también actúan como reguladores naturales del sistema nervioso. Favorecen la capacidad de su perro para afrontar el estrés, dominar las interacciones sociales y desarrollar una sana confianza en sí mismo.

  • Testosterona: Favorece el desarrollo de la autoconfianza y la asertividad. En los varones, les ayuda a comprender su propio papel en la estructura social y a resolver conflictos sin reaccionar agresivamente.
  • Estrógenos: Promueven el vínculo social en las perras y garantizan una respuesta equilibrada en situaciones de estrés.

Si el equilibrio hormonal se altera en una fase temprana, su perro carecerá de mecanismos importantes para procesar adecuadamente los estímulos.

Un rottweiler tira de un juguete

Mayor reactividad e incertidumbre

Los perros castrados prematuramente suelen mostrar una reactividad excesiva a los estímulos ambientales. Esto significa que reaccionan de forma inapropiada ante situaciones cotidianas como perros extraños, ruidos o entornos nuevos.

Los perros castrados prematuramente suelen enviar señales poco claras, ya que carecen del apoyo hormonal necesario para las interacciones sociales. Esto puede provocar conflictos si otros perros malinterpretan su lenguaje corporal o su comportamiento.

Algunos perros castrados precozmente desarrollan un interés excesivo por otros perros o, por el contrario, son acosados con más frecuencia por perros intactos.


¿Por qué ocurre esto? 

Las hormonas sexuales tienen un efecto calmante sobre el sistema nervioso. Sin este escudo protector, aumenta la liberación de hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina, lo que significa que el perro se ve abrumado más rápidamente en situaciones estresantes.


Falta de madurez social

La pubertad es una fase crucial para la maduración emocional y social de su perro. Las hormonas sexuales desempeñan un papel clave en este proceso, ya que fomentan la motivación para aprender a resolver conflictos y comportamientos sociales. Los perros castrados precozmente suelen ser incapaces de completar estos procesos de aprendizaje.


Efectos psicológicos en el aprendizaje:

  • Los perros aprenden mediante la observación y la interacción directa con otros perros. La castración precoz puede hacer que los perros reaccionen con ansiedad a las señales sociales o las malinterpreten.
  • A menudo carecen de la experiencia necesaria para desenvolverse en jerarquías sociales complejas.

Inseguridad social:

Los perros castrados precozmente suelen mostrarse indecisos y tienen problemas para encontrar su lugar en un grupo. A menudo reaccionan con excesiva cautela o agresividad por inseguridad.

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"Comportamiento juvenil": seguir siendo un niño en lugar de crecer

Un problema común de los perros que han sido castrados prematuramente es que permanecen en una etapa juvenil de comportamiento, a menudo denominada "comportamiento juvenil". Este fenómeno se debe a la eliminación prematura de las hormonas sexuales, que desempeñan un papel crucial en la maduración emocional del perro. Si bien la esterilización puede alterar el desarrollo físico del perro, el desarrollo emocional y social suele verse aún más afectado.

La pubertad es una de las fases más formativas de la vida de un perro. Durante este periodo, aprende a enfrentarse a los retos, aumenta su tolerancia a la frustración y se posiciona en un grupo social. Estos procesos están controlados en gran medida por los cambios hormonales que tienen lugar durante la pubertad. La testosterona y los estrógenos no sólo favorecen la madurez física, sino que también influyen en el comportamiento: Ayudan a los perros a resolver conflictos socialmente, tomar decisiones y reforzar su estabilidad emocional.

Si se castra a un perro antes de tiempo, le falta este apoyo hormonal, lo que significa que no se dan pasos importantes en su desarrollo. Como resultado, el perro se queda estancado en una etapa de comportamiento infantil caracterizada por un exceso de juego, impulsividad y falta de control. Para muchas personas que se ocupan de perros, este estado parece inicialmente inofensivo o incluso encantador, ya que el perro parece juguetón y lleno de energía. Sin embargo, detrás de este comportamiento suele esconderse una inmadurez emocional que puede suponer una carga para el perro a largo plazo.

Los perros que muestran este comportamiento juvenil suelen tener dificultades para reaccionar adecuadamente en situaciones de estrés. Esto se debe a que nunca han aprendido a lidiar con la frustración, una parte esencial de la maduración social y emocional.

Los efectos en la vida cotidiana pueden ser múltiples:

  • Excitación excesiva en situaciones nuevas o inesperadas. Por ejemplo, un perro castrado precozmente puede reaccionar de forma exagerada ante un ruido repentino o un desconocido ladrando, saltando o poniéndose nervioso.
  • Dificultades en el adiestramiento: Un perro así suele tener problemas de concentración, ya que se distrae con facilidad y no ha desarrollado la paciencia. Esto hace que el adiestramiento sea más agotador y lleve más tiempo.
  • Comportamiento impulsivo: Los perros sin apoyo hormonal suelen mostrar poco autocontrol. Esto se manifiesta en saltos impetuosos hacia las personas, ladridos excesivos o comportamiento agitado en entornos desconocidos.

Este desequilibrio emocional no sólo tiene efectos a corto plazo, sino que influye en todo el comportamiento del perro durante muchos años. El comportamiento juvenil también suele ser claramente evidente al interactuar con otros perros. Los perros castrados precozmente suelen ser inseguros y no saben interpretar correctamente el lenguaje corporal de otros perros. Intentan evitar los conflictos con un exceso de juegos o reaccionan con comportamientos inadecuados, como una dominancia exagerada o una sumisión repentina.

Otro problema es que los perros que han sido castrados prematuramente suelen tener dificultades para integrarse en un grupo social. En un grupo canino, existen estructuras y roles claros que se negocian a través del lenguaje corporal y el comportamiento. Los perros que no están plenamente desarrollados hormonalmente suelen ser incapaces de leer o enviar correctamente estas señales sociales, lo que provoca malentendidos y conflictos.

A largo plazo, este comportamiento juvenil también puede ser estresante para el propio perro. Sin una base emocional estable, le resulta difícil generar confianza en su entorno y en su cuidador. Permanece en un estado de inseguridad permanente, que afecta tanto a su calidad de vida como a su relación con los humanos.

La castración como medida con razón

La castración es una intervención quirúrgica que no tiene marcha atrás y que afecta profundamente al desarrollo físico y emocional de su perro. Por lo tanto, este paso sólo debe considerarse si existen razones válidas. La esterilización no debe considerarse una solución por defecto ni un sustituto del adiestramiento coherente o de la propiedad responsable. Más bien, debe ser el último recurso si existe una necesidad médica u otras medidas han resultado inadecuadas.


Indicaciones médicas

En algunos casos, la esterilización es médicamente necesaria para salvar la salud o incluso la vida de un perro. Estas situaciones requieren una cuidadosa consideración y el asesoramiento de un veterinario:

  • Inflamación del útero (piometra): Enfermedad potencialmente mortal en las perras en la que el útero se inflama y se llena de pus. La esterilización suele ser la única forma de salvar la vida de la perra.
  • Tumores testiculares o mamarios: en hombres y mujeres, la extirpación de los órganos sexuales puede formar parte de la terapia contra el cáncer para evitar la propagación de los tumores.
  • Trastornos hormonales: En raras ocasiones, los problemas hormonales, como la agresividad extrema o los pseudoembarazos, pueden suponer un riesgo para la salud que puede paliarse con la esterilización.

En estas situaciones, la esterilización no sólo está justificada, sino que a menudo no hay alternativa para garantizar el bienestar y la calidad de vida del perro.


La educación y la formación no tienen sustituto

Muchos propietarios de perros consideran que la esterilización resuelve problemas de comportamiento como la agresividad, la desobediencia o el nerviosismo. Sin embargo, las causas de estos problemas no suelen estar en las hormonas, sino en otros ámbitos:

  • Falta de socialización: Un perro que no ha aprendido a relacionarse con otros perros o personas suele mostrar un comportamiento inseguro o agresivo. Este problema no se soluciona con la esterilización.
  • Liderazgo poco claro: Los perros necesitan normas claras y un liderazgo coherente. Si esto falta, buscan orientación y a menudo reaccionan de forma desbordada, lo que puede dar lugar a comportamientos problemáticos.
  • Ejercicio insuficiente: Un perro poco ejercitado suele desarrollar problemas de comportamiento como ladridos excesivos o destructividad. La esterilización no ayuda en este caso, sino una adaptación de la vida cotidiana con más actividad mental y física.

Los problemas de comportamiento deben abordarse siempre en primer lugar con un adiestramiento específico, un plan de educación bien pensado y, si es necesario, el apoyo de un adiestrador canino o un asesor en comportamiento. La esterilización por sí sola no puede resolver los problemas de comportamiento que se basan en una falta de adiestramiento o en una actitud equivocada.

Resumen


La esterilización de un perro es una cuestión compleja que requiere una cuidadosa consideración. La castración precoz puede tener profundos efectos en el desarrollo físico, emocional y social de su perro. Las hormonas sexuales desempeñan un papel crucial en la regulación del crecimiento, el comportamiento y la gestión del estrés. Una intervención prematura no sólo puede poner en peligro la salud, sino también provocar problemas de comportamiento, como inseguridad o reacciones exageradas.

En muchos casos, existen alternativas, como el uso de chips hormonales o la supervisión selectiva, para evitar la reproducción no deseada. Por lo tanto, la esterilización debe considerarse siempre de forma individual y sólo debe llevarse a cabo si existen razones médicas o prácticas de peso. Su objetivo como cuidador de perros debe ser tomar una decisión informada y responsable en el mejor interés de su perro.

¿Es siempre necesaria la castración?

No. La esterilización sólo es necesaria en determinados casos, por ejemplo, por indicaciones médicas como inflamación uterina o problemas hormonales. Nunca debe considerarse una medida estándar o una solución rápida para los problemas de comportamiento.

¿Cuáles son los riesgos de la castración precoz?

Las castraciones tempranas pueden:

  • Provocar un crecimiento óseo desproporcionado y problemas articulares como la displasia de cadera.
  • Afectan a la estabilidad muscular y, por tanto, a la salud de las articulaciones.
  • Fomentar problemas de comportamiento como inseguridad, reactividad o ansiedad excesiva.

¿Puede la esterilización resolver los problemas de comportamiento?

Sólo en casos excepcionales si son hormonales. Muchos problemas de comportamiento están causados por una falta de socialización, un liderazgo poco claro o un ejercicio insuficiente. Estos problemas pueden resolverse mejor mediante un adiestramiento específico y la gestión del comportamiento.

¿A qué edad tiene sentido la esterilización?

La edad ideal depende del desarrollo individual del perro. Por regla general, el perro debe ser maduro física y emocionalmente, lo que a menudo sólo ocurre después de la pubertad. Un perro de tamaño mediano o grande sólo es maduro a los 3 años, las razas más pequeñas un poco más rápido. 

Los autores: Paulina & Lui

Paulina y Lui son el corazón y el alma detrás de Vitomalia [Dogstraining & Store]. Su viaje en el entrenamiento del perro comenzó con la adopción de su primer perro de la lista, Vito. Esta experiencia despertó su profundo interés en enseñar a otros propietarios de perros sobre el comportamiento y el adiestramiento canino. Al principio era sólo un hobby, pero con la adopción de la perra Pitbull americana Amalia, que había sido abandonada varias veces debido a graves problemas de comportamiento, su pasión se convirtió en una verdadera vocación. Los problemas de comportamiento de Amalia intensificaron su interés por el adiestramiento canino y la terapia conductual. Este punto de inflexión llevó a Paulina y Lui a abandonar sus trayectorias profesionales originales, seguir una formación intensiva y dedicarse plenamente al tema del adiestramiento canino. Su trabajo con equipos humano-perro también reveló una laguna en el mercado canino: faltaban accesorios seguros y de alta calidad específicos para razas medianas y grandes.

De ahí nació Vitomalia [Dogstraining & Store], una combinación de su compromiso con el adiestramiento profesional de perros y la necesidad de accesorios caninos de calidad. Paulina y Lui aportan su experiencia personal, sus amplios conocimientos y su pasión por los perros a cada producto para ayudar a los equipos humano-perro a convivir.

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